miércoles, 7 de agosto de 2013

"Born Again" - Black Sabbath a 30 años de su renacimiento.


Es increíble la sensación del paso del tiempo, para quienes vivimos estos eventos en su momento. El onceavo disco de estudio de Black Sabbath, “Born Again”, cumple ya treinta años de haber sido editado por Vertigo Records un 7 de octubre en el Reino Unido. Un disco que entre los seguidores de la banda causó un impacto especial, principalmente por lo pesado y oscuro de sus canciones. Y también por su destape lírico y estético hacia lo satánico (algo que nunca había sido del completo agrado de la banda). Inexplicablemente “Born Again” fue un disco menospreciado en Europa, principalmente por la crítica especializada, pues la “no” especializada ni lo peló.



El que originalmente sería un proyecto entre músicos de la banda y cantantes invitados, terminó siendo el nuevo disco de Black Sabbath (tras el despido de Ronnie James Dio y Vinny Appice). Entre los cantantes contemplados se encontraban Robert Plant, David Coverdale e Ian Gillan. Sin embargo, tras una borrachera entre Tony Iommi, Geezer Butler y Gillan (durante la que supuestamente solo platicarían del asunto), concretaron formar una banda y grabar un disco.



Bill Ward también regresó a su puesto, aunque solo durante la grabación del disco. A pesar de que supuestamente había superado sus problemas de alcoholismo, su inestabilidad ante ello lo llevó a abandonar a la banda de nuevo. Por esto es que recurrieron a Bev Bevan, de Electric Light Orchestra), haciendo aún más variopinta la alineación para la gira.



A tres décadas de formar parte importante en la vida de muchos de nosotros, “Born Again” no ha envejecido y por el contrario, sigue siendo una importante referencia para el rock pesado contemporáneo.


Aquí un texto más extenso acerca de “Born Again”, que ya el Diablo Despierto había publicado:





Esto sucedió la noche del 24 de diciembre de 1983.

Como era costumbre, en la víspera de esas celebraciones visitábamos el mercado de la localidad (cercano a la casa de mis abuelos), para comprar la fruta y dulces de la piñata, cohetes o simplemente por disfrutar de la verbena. Y por supuesto que un lugar obligatorio en la visita era la tienda de discos, la cual debido las festividades también permanecía abierta hasta estas horas de la noche. Pues un disco siempre es el mejor regalo y no se diga más en estas ocasiones.





Una Feliz Navidad!


Pero la de esa noche no fue una visita más a la discoteca (en aquella época así se le llamaba a las tiendas de discos, las cuales también eran muy comunes. Mixup no existía). Siendo de noche, el mercado tenía encendidas las luces de los pasillos, al igual que todos los locales. Pero el cuate de la discoteca no lo decidió así y solo tenía algunos focos alumbrando el mostrador de su tienda. En él tenía discos sencillos de siete pulgadas, accesorios para dar mantenimiento a los discos como cepillos y franelas con químicos extremadamente corrosivos (los cuales en realidad le daban en toda la madre a los discos), agujas para las tornamesas y muchos cassettes (entonces muy novedosos). Pero en contraste con tal penumbra, hacia la parte superior izquierda de ese flanco, se percibía lo que parecía el clásico altar para la virgencita. Un pequeño foco rojo iluminaba esa esquina y en ella no se encontraba una efigie de la virgen morena. En esa repisa estaba un disco que en cuanto lo observamos, grabó tal imagen para siempre en nuestra memoria. Un bebé demonio, rojo y con pequeños cuernos, llorando y con los brazos extendidos (como pidiendo que lo cargaras), enmarcado por las leyendas: “Black Sabbath” y “Born Again”.





La alineación de la gira.



En la madre! Acaso se podía recrear una escena más diabólica? Era la mera noche buena! Ese fue mi primer encuentro con el esperado nuevo disco de Black Sabbath. El mismo que habían grabado de manera totalmente surrealista con Ian Gillan, el legendario vocalista de Deep Purple. En esa época no era aún tan común que se dieran este tipo de colaboraciones. Y por otro lado para comunidades como la nuestra, estos eventos tenían un mayor impacto, pues los medios informativos eran bastante débiles. La información que obteníamos en las revistas era a veces poco consistente y llegaba con mucho tiempo de retraso. Entonces mientras aún nos preguntábamos si tal colaboración de los Sabbath con Gillan sería acaso una realidad, tómala, el impacto de esa noche fue contundente. Más tarde al dar los abrazos a toda mi familia, sentía que abrazaba al pinche diablito. Inolvidable. Por desgracia no me hice del disco, sino hasta algunas semanas después. Pero el impacto terminó siendo aún más contundente.






Sobre el escenario.



De alguna manera en Europa, el disco y de hecho la colaboración de Gillan con los de Birmingham, siempre fue tomado con poca seriedad. Y de hecho al disco lo hicieron, no mierda, si no lo que haya aún más abajo. La prensa británica lo hizo pedazos y de tal forma ese espíritu se contagió ante el público de esa región. Sin embargo en nuestros terrenos y en general en lo que resta del mundo (según he podido investigar), el disco goza de cabal salud y su impacto fue contundente. Esta obra maestra de rock pesado, con alto grado de diabolicidad, es un disco de culto indiscutible y uno de los momentos más respetados en la carrera, tanto de Sabbath como de Gillan.





Iommi y Gillan.



Y por otro lado es cierto que “Born Again” es el momento en la carrera de Sabbath, que encierra un sin número de anécdotas y situaciones, que da como para escribir un libro. A continuación tomaré la fracción correspondiente al disco, del texto que escribí ya hace algún tiempo, para el especial de Black Sabbath publicado por La Mosca en la Pared:



“ En enero de 1983 se editó “Live Evil", el primer disco oficial en vivo de Black Sabbath, en el que efectivamente se capturó la muralla de sonido característica de la banda. Y simultáneamente Ozzy editó su “Speak Of The Devil”(también grabado en vivo), en el que presentó casi la misma selección de temas que Black Sabbath incluyó con Dio, iniciando así una interminable batalla de egos, la cual llegaría a extremos inauditos. Y así es como de nuevo Iommi se encontraba ante la misión de encontrar un cantante apropiado, para continuar sembrando el terror musical, y la mas aventurada etapa para la banda estaba por llegar. (Nota: solo acoto que Dio acababa de ser corrido de la banda).



Gillan.



Ian Gillan, el legendario ex –vocalista de Deep Purple, e icono por excelencia de lo que un verdadero frontman y cantante de rock debe de ser, se encontraba en reposo tras ver afectada su garganta durante la más reciente gira con su banda Gillan. Y por otro lado tendría mas o menos un año de asueto, pues la esperada reunión de Deep Purple era un hecho y solo esperarían a que sus integrantes terminaran algunos compromisos contraídos con Rainbow y Whitesnake. Fue entonces cuando una tarde Gillan recibió una llamada de Iommi, invitándolo a reunirse para platicar y tomar unos tragos. Para lo que escogieron el pub The Bear, en Woodstock, Oxford, lugar al que Gillan llegó tarde, pues durante el viaje había chocado. Esa noche fue tan intensa que acabaron a las siete de la mañana debajo de una mesa, siendo corridos del lugar pues ya iban a abrir para los desayunos. Gillan no recuerda quién manejó el auto chocado hasta su casa, pero lo que sí recuerda es la llamada de su manager que lo despertó al mediodía, para reclamarle que si en el futuro iba a tomar decisiones relevantes para su carrera, lo menos que podría hacer era consultarle. Pues aparentemente ayer había aceptado ser el nuevo cantante de Black Sabbath, y de alguna manera la prensa ya lo sabía.





Iommi.


Hasta la fecha la discusión acerca de, si con esta formación la intención era la de formar un nuevo supergrupo, o una nueva encarnación de Sabbath, no se ha esclarecido. Pero lo cierto es que durante la grabación de "Born Again”, la banda se desató como en los viejos tiempos.






Butler.
Para componer y grabar el disco rentaron The Manor, una vieja mansión de Oxfordshire, situada al lado de una abadía, en la que se adaptó un estudio con moderno equipo de grabación. La producción corrió a cargo de Robin Black, quien ya había trabajado como ingeniero de grabación en algunos de sus discos con Ozzy y quien años después produjo discos para La Cuca y Tex Tex en México!. Para entonces Bill Ward estaba de regreso, luego de haber pasado varios meses en recuperación de su alcoholismo. Sin embargo durante les sesiones volvió a ser víctima de su demonio, lo que lo llevó a ser reemplazado por Bev Bevan (Electric Light Orchestra), durante la consecutiva gira. Otro regreso para la banda, se dio por parte del manager Don Arden ( padre de Sharon Osbourne), quien en buena parte tomó las decisiones más significativas para este disco.


Otra placa de la gira (atrás se alcanza a ver el Stonehenge) .


Iommi, Butler y Gillan trabajaron las canciones del disco por mas de un mes, y la interpretación que Gillan desarrolló, sin duda alguna, es la más agresiva de su carrera. Musicalmente la dupla de Iommi y Butler llevó su estilo a una pesadez jamás escuchada, especialmente en el tema “Zero The Hero", la cual con una duración de más de siete minutos se enfrasca en una serie de riffs que solo la maestría de Iommi hace librar de la monotonía. La imaginería diabólica se abordó de manera abierta y en “Disturbing The Priest” ironizaron una experiencia ocurrida durante la grabación del disco, cuando algunas personas de la localidad se acercaron a las instalaciones para pedir que bajaran el volumen de sus instrumentos ya que molestaban al sacerdote y no lo dejaban dormir. Y así era efectivamente, ya que Butler y Iommi tenían la extraña costumbre de trabajar de noche, especialmente este último quien encontró un sonido único, colocando un juego de amplificadores en los jardines de la mansión, tocando a gran volumen durante la madrugada. Otra anécdota real se plasmó en “Trashed", en la que Gillan narra su experiencia al sumergir el coche de Bill Ward en la piscina tras una borrachera. Y la sublime interpretación de Gillan en “Born Again", una suerte de balada que resulta contrastante con el resto del material, confirmó su calidad como vocalista.


Gillan.

Otro milagrito colgado a “Born Again” es el de haber sido la piedra angular para el black metal, movimiento musical que por entonces se comenzaba a fraguar con bandas como Venom, Bathory y Celtic Frost, las cuales algunos años mas tarde portarían al satanismo como escudo de armas.




Iommi.

El disco se lanzó a la venta el 7 de agosto de 1983 en el Reino Unido y en USA en septiembre del mismo año, y aunque para un gran sector de sus seguidores se convirtió de inmediato en objeto de culto, la prensa nunca lo comprendió y lo volvió objeto de bromas, como la de llamar a la banda Black Purple o Deep Sabbath. Y para colmo, durante la gira interpretaron el clásico de Deep Purple, “Smoke On The Water”, versión que posteriormente cotizó muy alto las grabaciones piratas de sus conciertos.


Butler.




El disco vendió bien y la gira fue exitosa, aunque esta época fue una cadena de incidentes que desde un principio se tomaron por el lado amable. Para empezar Gillan declaró que cuando vio la portada del disco vomitó y cuando escuchó la mezcla final del mismo volvió a vomitar. En la portada se presentó el dibujo de un demonio bebé con piel roja, ojos verdes, largas uñas amarillas y pequeños cuernos. El diseño corrió a cargo de Steve Joule (quien trabajaba también para Ozzy y quien para no quedar mal con el clán Osbourne, dice haber diseñado esta portada con poco empeño, esperando que se la rechazaran), y fue ideado por Don Arden, el cual ante las objeciones al respecto por parte de Gillan, le gritó que cerrara la boca ya que todo era cuestión de negocios. Y Gillan apunta: “lo peor de todo es que después de veinte años el disco, irónicamente, es todo un clásico, y hasta he aceptado al bebe en mi vida, lo cual en verdad ha sido una batalla”.




Devastando en concierto.



Y el asunto no quedó ahí, ya que para la segunda parte de la gira (por Norteamérica), durante un ensayo en Canadá, la banda observó que por el escenario rondaba un enano sin la menor explicación. Y como novedad tenían que para la introducción del concierto comenzó a sonar una grabación con el llanto de un bebé, momento en el cual el enano, disfrazado como el bebé de la portada, gateaba por lo alto de la escenografía, la cual era una réplica de tamaño natural del monolítico Stonehenge. Repentinamente al terminar la grabación con un alarido, el enano desaparecía en la oscuridad, lanzándose hacia unos colchones que se habían colocado estratégicamente detrás de la batería. Sin embargo por la noche, ya en el concierto, en medio de una densa cortina de humo, tras el alarido de la grabación siguió un grito real que no estaba planeado, y es que el bebé había caído en un lugar equivocado debido a la oscuridad. Dicho acto no se volvió a presentar.




Un plano del escenario distribuido en algunos boletines de prensa.



Gillan se despidió de la banda el 4 de marzo de 1984, en Massachussets, para embarcarse en el regreso de Deep Purple. Y de su paso por Sabbath puntualizó: “Yo accedí a unirme a Black Sabbath por un disco y una gira. Ese fue el acuerdo. Y el año que pasé con Black Sabbath fue una gran fiesta de principio a fin. En verdad los adoro a todos ellos, a Tony, Geezer, Ozzy y Ronnie (refiriéndose a su amistad con Dio). Y la verdad es que me provoca una gran sonrisa recordar el gran momento que pasé cantando para Black Sabbath”

Fin de la cita.



Portada del maravilloso bootleg.


Hace algunos años (como cinco o seis), gracias a los benditos piratas japoneses, salió a la luz una versión alterna del disco, en la que podemos escuchar una mezcla diferente del disco. Y si esto no era aún suficiente para los recalcitrantes fans, estas sesiones también incluyeron un track inédito llamado “The Fallen”, el cual misteriosamente no fue incluido en la edición final del disco. No sé si sea por el hecho de haberla conocido muchos años después, la cosa es que “The Fallen” no termina de encajar con el material que ya conocíamos. De hecho me parece que deja sonar algo de los ritmos, que unos meses después escucharíamos en el “Perfect Strangers” de Deep Purple.

Nota: En 2011 se editó una Deluxe Edition, que incluye el track inédito "The Fallen", así como también varias canciones grabadas en vivo en el Reading Festival de 1983.







Este año (2008), se han cumplido veinticinco años de aquel impacto y al Diablo le parece que sin duda es una obra que merece ser revisitada, revisada y celebrada.


Feliz cumpleaños hermano!


Amén.

2 comentarios:

David dijo...

Me encanta ver grandes bandas de rock y por eso soy de ir mucho a ver recitales. Hace muchos años atrás, estaba haciendo un informe del el renacimiento en europa y tuve la posibilidad de hacerme una escapada para ver a esta banda y la verdad fue un show alucinante

simplicius simplicisimus dijo...

basura y solo basura